
Ea. Vamos al lío
En 2008 me pagaron por hackear mi primer sistema.
Fue una sensación increible.
De las mejores que nunca he tenido.
Y no lo hice haciendo nada ilegal, acababa de entrar al equipo de hacking y ciberseguridad de una multinacional.
Esa solo fue la primera de muchas. Muchas cosas que vería.
Algunas me cuestan creerlas, incluso a día de hoy.
Dicen que más sabe el Diablo por viejo que por Diablo.
Bien. Yo ya he llegado a ese punto.
No me gustar ser cansino, así que te cuento solo lo que merece la pena ser contando.
Ea, vamos al lío.
Ea. Vamos al lío
4 - Este pequeño detalle en la app del gimnasio provocó quejas masivas
Si me quieres contar algo, es AQUÍ (Si quieres que te conteste déjame tu email)
Ea. Vamos al lío.
Hoy te traigo una historia que me pasó a mí.
Bueno, en realidad a mi mujer.
Y te aseguro que te va a hacer pensar sobre los detalles más tontos y cómo pueden cambiarlo todo.
Imagínate esto: una simple aplicación de gimnasio que causa un aluvión de quejas.
¿Por qué?
Por un detalle tan estúpido que ni te lo imaginas.
No te voy a contar más. Solo te diré que esta historia tiene que ver con psicología básica y cómo algo tan pequeño puede hacer que la gente se vuelva loca.
Así que, si quieres saber qué fue lo que desató el caos y qué lección puedes sacar de todo esto, dale al play.
Por cierto, si quieres escuchar estos audios antes que nadie los publico 3 semanas antes en mi newsletter de forma privada: